Unespa (Asociación Empresarial del Seguro en España) ha dado a conocr los datos sobre incidentes de circulación sin heridos registrados durante el año 2017. La cifra total asciende hasta los 1,91 millones de accidentes, lo que implica un incremento del 3,14%.
Estos datos han sido obtenidos por parte de la empresa informática de gestión de datos entre seguros, TIREA y comunicada por el proyecto divulgativo de UNESPA, Estamos Seguros. Con ellos no solo se identifica un incremento notable de los incidentes de circulación sin heridos, sino que también se especifica dónde y cuándo han tenido lugar con mayor presencia.
A mayor población, más accidentes de tráfico urbano
Como es lógico, las Comunidades Autónomas que cuenta con una mayor densidad de población, sobre todo en lo referente al centro urbano, también presentan un mayor índice de siniestralidad en este ámbito.
Andalucía (con 370.423 incidentes), Cataluña (292.214) y la Comunidad de Madrid (269.517) son las 3 que encabezan el ranking. en lo referente a las regiones concretas donde se producen más colisiones encontramos en primera línea a Islas Baleares (5,62%), Ceuta (5,45%) y la Comunidad de Madrid (5,45%).
Los datos recabados también identifican aquellas zonas donde este porcentaje ha presentado descensos, como Galicia (-0,86%), Extremadura (-0,29%) y Castilla y León (-0,16%). En cuanto a provincias con menor porcentaje de colisiones están Lugo (-3,98%), Cáceres (-2,96%) y Palencia (-2,05%).
Cuándo se producen más incidentes entre vehículos
El estudio permite incluso identificar los días de la semana que han presentado un mayor índice de siniestralidad y, por tanto, que también presentan un mayor riesgo. El viernes es el día con mayor cantidad en una media de 6.279 colisiones, seguido del lunes con 6.132. El fin de semana la cifra media se rebaja hasta los 2.844 presentados cada domingo.
Un síntoma de crecimiento económico
Las aseguradoras reciben más partes de este tipo de incidentes conforme el desarrollo económico de una ciudad va en aumento. La razón que justifica este argumento es que cuanto mayor es la capacidad económica de las familias, mayor probabilidad hay de comprar un vehículo.
Por tanto, en circulación hay un mayor número de coches en esa ciudad, lo que incrementa inevitablemente las probabilidades de colisiones de este tipo, como efectivamente se ha registrado a lo largo de 2017.
