Durante el año 2016 hasta 230.000 fallecimientos tuvieron cobertura de entierro por parte de las empresas aseguradoras, un 60% del total. Este dato confirma la fortaleza de este seguro en todo el sector asegurador, tal y como detalla el informe «Estamos seguros 2016» que ha dado a conocer recientemente UNESPA (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras).
El informe identifica que, aproximadamente, el 44,5% de la población española tiene un seguro de decesos en el que, al menos, se cubre el entierro. Esto sitúa a este tipo de seguros como el segundo más importante entre los españoles, después del líder del sector, el de automóviles.
El informe presenta interesantes datos sobre geolocalización y precio de estos seguros. Según los datos recabados, las Comunidades Autónomas donde este tipo de seguros tiene mayor implantación son Extremadura (70,2%), Asturias (64,1%) y Andalucía (60,5%). En el lado opuesto se sitúan La Rioja (29%), Navarra (23,2%) y Baleares (22%).
Curiosamente hay cierta relación con el pago medio de estos seguros. Por ejemplo, Baleares es también una de las provincias donde más se paga por él (52.215 euros), mientras que Asturias al contrario, es de las que menos (21.629 euros).
Perfil del asegurado
El informe «Estamos seguros 2016» también establece cuál es el perfil de los asegurados que cuentan con este tipo de coberturas. Como era previsible, se registra un mayor interés conforme la edad de la persona avanza.
De esta forma, la contratación por parte de menores de 30 años es mínima, llegando en ocasiones a representar tan solo el 20% de esta franja de edad. A partir de los 45 años el seguro con cobertura de entierro cobra prioridad entre sus contrataciones del sector y, sobre todo, es importante cuando llega la vejez.
También es un dato curioso que los asegurados de entre 25 y 45 años sean los que están más interesados en contratar también la cobertura por fallecimiento. Igualmente también es importante la presencia de esta cobertura a partir de los 45 años, aunque en estos casos la vinculación con otro tipo de seguros, como los relacionados con una hipoteca, motivan un poco este impulso.