Los dispositivos móviles se han convertido en un elemento fundamental de nuestra vida diaria, ya no solo como medio de comunicación con nuestros semejantes, sino también como un instrumento de trabajo, de apoyo a las tareas diarias o, incluso, de ocio.
Esta importancia y protagonismo de la tecnología móvil está llevando a que una gran cantidad de personas se planteen la idoneidad de contratar un seguro que cubra las posibles contingencias que puedan afectar a sus dispositivos, y que suelen estar asociadas a su sustracción, el uso fraudulento posterior, o el deterioro motivado por la rotura de pantalla o su contacto con líquidos, que puede afectar negativamente a su funcionamiento y operatividad interna.
En este sentido, una gran cantidad de compañías, además de las propias operadoras de telefonía, han lanzado al mercado seguros específicos para smartphones y demás dispositivos móviles.
No obstante, a la hora de considerar la contratación de este tipo de seguros deberemos analizar la correlación entre el precio o prima del seguro y las coberturas incluidas, prestando especial atención a las claúsulas del contrato, la “letra pequeña”, ya que en numerosas ocasiones estos seguros cubren el robo propiamente dicho (con violencia o fuerza y contra la voluntad de su propietario), pero no se responsabilizan de los supuestos de hurto (sustracción sin fuerza ni violencia).
Del mismo modo, deberemos tener presente que el propio dispositivo cuenta con una garantía legal y obligatoria mínima de dos años, que se hace cargo de todos los defectos de fábrica.
Asimismo, en caso de que dispongamos de un seguro de hogar, será muy recomendable comprobar si este extiende su cobertura a aquellos supuestos que contempla un seguro específico de móvil.
De esta forma, teniendo en cuenta estos dos aspectos, evitaremos un solapamiento o duplicación innecesaria de coberturas, con el coste adicional que supone para nuestro bolsillo.
En resumen, si te planteas la contratación de esta tipología de seguros, te aconsejamos desde este blog que analices detenidamente las posibles alternativas existentes en el mercado y selecciones aquella oferta que se ajuste a tus necesidades reales y características personales.