El año 2017 ha sido uno de los que mayor cantidad y peligrosidad ha presentado en relación a huracanes, terremotos y otros desastres naturales. Un reciente informe de la aseguradora Munich Re ha reflejado el coste global de estos incidentes a las aseguradoras durante todo el año, un total que asciende hasta los 112.000 millones de euros.
Si a estos desastres naturales se les suma todos aquellos que no disfrutan de cobertura por seguros, la cifra de pérdidas económicas asciende hasta los 273.900 millones de euros. Suponen un récord histórico solo superado recientemente en el año 2011 en el que se unieron terremotos y tsunamis como el de Tohoku y el de Japón, respectivamente.
Pérdidas para las aseguradoras el triple que en años anteriores
La cifra constituye un grave signo para el sector. Los desastres naturales son cada vez más frecuentes y, lo peor de todo, mucho más destructivos. En los últimos 10 años la media de pérdidas por este tipo de incidentes solo llegaba a unos 141.000 millones de euros. Por tanto, las pérdidas ocasionadas por los desastres naturales en el año 2017 implican casi el doble que en años anteriores.
Si nos ceñimos a aquellas pérdidas económicas que cubren las aseguradoras, la cifra también es importante. La media hasta el momento era de poco menos que 41.000 millones de euros. Es decir que las pérdidas en este segmento ocasionadas en 2017 son casi del triple.
También hay mayor cantidad de desastres naturales
Obviamente el hecho de que la gravedad de cada desastre natural sea mayor que en años anteriores, implica una pérdida superior. Sin embargo, la situación se agrava aún más por el hecho de que la cantidad de estos desastres naturales también se ha incrementado.
En 2017 se han contabilizado hasta 710 desastres naturales importantes. En comparación a la media de los años anteriores supone más de un centenar de nuevos casos. La media se fijaba hasta ahora en 605 catástrofes cada año.
Igualmente también se ha identificado un incremento en el número de víctimas por desastres naturales hasta la contabilidad de 10.000 víctimas en 2017. Si bien esta cifra es superior a la de 2016, no lo es respecto a la media de la última década, que ascendía hasta las 60.000 víctimas.
