Cuanto más personalizado es el servicio de una aseguradora, más efectivo resulta para todas las partes implicadas. Sin embargo hasta ahora era realmente difícil poder realizar una personalización a esta escala, algo que las nuevas tecnologías sí que permitirían.
Cuando hablamos de nuevas tecnologías al servicio de las aseguradoras, nos referimos a aquellos factores realmente influyentes, como por ejemplo el Internet de las Cosas o el Big Data.
Internet de las Cosas y las aseguradoras
El Internet de las Cosas supone la interrelación constante de todos los elementos de nuestro entorno, convertidos en dispositivos tecnológicos conectados entre sí. Obviamente esta situación permite una monitorización constante del usuario, con la que se puede establecer todo tipo de pautas, análisis y recomendaciones en relación a cualquier tipo de seguro, tanto de conducción como de vida, hogar, etc.
Únicamente encontramos dos limitaciones en esta aplicación del Internet de las Cosas. La primera, esencialmente de infraestructura, ya que este mundo interconectado es una realidad tangible, pero teórica, todavía no aplicada de forma práctica y global aunque es algo que se espera conseguir en los próximos años.
Por otra parte encontramos un problema de intrusión, dado que no todos los usuarios permiten una invasión de su intimidad hasta tal punto, lo que dificultaría para los seguros poder aplicar un estándar de monitorización para todos sus clientes.
El aprovechamiento del Big Data
Ya sea con un entorno en el que el Internet de las Cosas ofrezca parte de su potencial o bien mediante otras estrategias, el aprovechamiento del Big Data es vital para esta evolución.
El Big Data constituye la obtención de datos de forma masiva, algo que puede ayudar tanto individual como colectivamente para ofrecer un seguro personalizado a los intereses del cliente. Algunas innovaciones lo están aprovechando en el sector, hasta el punto de conseguir desarrollar el conocido Insurtech, es decir, la aplicación tecnológica al trabajo corriente de las aseguradoras.
Este Big Data, ofrece la posibilidad a las aseguradoras de evolucionar con servicios acordes a la realidad tecnológica imperante y a las necesidades de cada persona, por lo que su aplicación es cada vez más frecuente, en diferentes entornos en los que los seguros tienen posibilidades de rentabilidad.
