Si hay un jugador que puede cambiar las reglas del juego en el sector de los seguros es Tesla. El fabricante californiano sigue desarrollando el software de su piloto automático entre polémica por su seguridad.
Nikola Tesla sigue adelante con su plan de cuatro pasos para cambiar el mundo de la automoción. Y por ahora no parece que le vaya mal, porque tiene una demanda tan grande de vehículos que no podría abastecerla ni en 15 años con el nivel de producción actual. Está por ver si la inminente inauguración de la Gigafactory en Estados Unidos les ayudará a convertirse en uno de los grandes fabricantes del mercado.
Recientemente, tras dos accidentes en Estados Unidos debido a conductores que tenían puesto el piloto automático en zonas donde no estaba permitido, la polémica sobre las aseguradoras vuelve a coger fuerza. ¿Hasta qué punto una compañía aseguradora está obligada a cubrir los daños por un accidente en esas circunstancias? ¿Han revisado su política interna todas las compañías frente a los coches eléctricos y el software de piloto automático?
Lo que está claro es que no más de 5 años Tesla se va a convertir en una amenaza para las casas de automóviles convencionales. No sólo por la calidad de sus motores sino por la constante innovación en el ámbito de la conducción automática que levanta pasiones. Es por ellos que el negocio de las aseguradoras debe prepararse para hacerle frente a un cambio de comportamiento del consumidor, adaptando sus pólizas y seguros a una tendencia alcista hacia el consumo eléctrico de vehículos. Un tipo de coches que tienen unas necesidades muy distintas a los coches con motor de combustión interna.
Hay quien se aventura a anunciar que las aseguradoras de coches desaparecerán cuando la tecnología de autopiloto esté madura. Pero hasta que llegue ese momento, ¿quién se arriesga a conducir sin seguro día a día? Los seguros de coche no están hechos sólo para reparar los daños de un vehículo tras un accidente, sino que son también son seguro de responsabilidad civil frente a perjuicios mayores. Cuando hay un caso grave de accidentes donde hay implicada alguna muerte o lesión grave, los particulares necesitan apoyo financiero inmediato, lo que hace que el papel de las aseguradoras siga siendo necesario en la actualidad.
