Seguros de viaje, sí o no.

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Cuando hacemos un viaje pocas personas hacen balance de los riesgos que sufrimos durante todo el trayecto y la estancia del mismo. No estamos hablando ya de imprevistos, sino de posibles accidentes o altercados de diferente índole. Personalmente nunca he hecho seguros de viajes hasta este mismo año, cuando tras pasar una neumonía meses, antes mi doctora me recomendó hacerme un seguro privado para ir de vacaciones en verano.

Si bien es cierto que dentro de la mayoría de países de la Comunidad Europea podemos ir al médico sin problemas. El hecho de contar con un teléfono directo en el que recibir asesoramiento, y de tener médicos sin lista de espera para que te atiendan rápido es primordial. Sobretodo cuando estás en un país extranjero durante un número limitado de días y no quieres pasarte horas de espera en urgencias.

Además, lo mejor de los seguros de viajes es que cubren aspectos como la pérdida de equipaje, te adelantan fondos cuando hay un problema grave o si te roban. En mi caso, al llevar en la maleta medicamentos caros y material de trabajo, un seguro de este tipo me hizo viajar mucho más tranquilo. La medicación para enfermos crónicos es difícil de conseguir, más aún cuando se trata de un tratamiento específico que no está disponible en todas partes. Viajeros que han sido transplantados, personas que necesitan asistencia de oxígeno, o cuando viajamos con un presupuesto limitado.

Otro de los motivos por el que ahora no viajo nunca sin seguro de viajes es que, al contrario de lo que se suele pensar, son extremadamente baratos. Un seguro estándar, de una compañía líder del sector, para un viaje de 8 días en Europa sale a aproximadamente 18 o 20€. Un precio irrisorio si lo comparamos a lo que cuesta hacer frente a los imprevistos que surgen con los vuelos, o al precio del equipaje que llevamos.

Aspectos que cubre un seguro de viajes estándar:

– Asistencia médica en el extranjero (30.000€).
– Daños corporales en acidente de vehículos a motor.
– Repatriación y transporte, enfermo/fallecido (100%).
– Repatriación del acompañante (100%).
– Desplazamiento de un familiar (100%).
– Gastos estancia en el extranjero (750€).
– Regreso anticipado por hospitalización o fallecimiento familiar (100%).
– Robo y daños al equipaje (1.000€).
– Demora en la entrega del equipaje facturado (120€).
– Adelanto de fondos (1.000€).
– Responsabilidad Civil privada (60.000€)
– Defensa responsabilidad penal en el extranjero (2.600€)

Hasta que a uno no le pasa algo grave no se da cuenta de lo importante que es ir asegurado. Y por un precio tan económico, ahora siempre viajo asegurado.

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