Aseguradoras y start ups se unen en el sector del motor

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Las aseguradoras tienen en las start ups esencialmente tecnológicas un aliado inmejorable, sobre todo en lo referente a monitorización de vehículos y conductores. Hasta el momento estamos viendo como una tendencia creciente que la aseguradora de coche adapte las necesidades y hasta el importe a pagar por parte del conductor al comportamiento de éste al volante.

Para conseguir realizar de forma fiable este análisis y posterior evaluación, la metodología más común hasta la fecha es la inclusión de un sistema de monitorización externo, normalmente un dispositivo electrónico que puede captar ciertos ademanes y acciones por parte del conductor y que, posteriormente, son analizados para identificar una buena o mala conducción.

En este sentido, tanto conductores como aseguradoras parecen haber encontrado un equilibrio que contente a ambas partes, dado el importe final del seguro de coche se adapta específicamente al tipo de conducción, algo que elimina los estándares de seguros de importe fijo y hace del sistema un reparto más justo del pago por el servicio.

Sin embargo, las start ups han demostrado que el sector de la monitorización siempre tiene un margen de mejora, sobre todo con los desarrollos en nuevas tecnologías. Por esa razón, en la pasada VI Conferencia Anual de Seguros para Coches Conectados, que tuvo lugar el 7 de septiembre en Chicago (Estados Unidos), se establecieron las bases de relaciones comerciales entre start ups especializadas en este servicio y aseguradoras dentro del sector del motor, que pueden aprovecharlas para un mejor análisis de todos los factores que intervienen en los resultados finales.

¿Hacia dónde va la conducción monitorizada?

Las nuevas tecnologías y, en concreto, el desarrollo de Internet, con vistas hacia el Internet de las Cosas, exponen la posibilidad de que todos los coches en el futuro estén interconectados entre sí y con el entorno, así como con centros de datos que aprovechen esa información y puedan permitir mejorar las condiciones de conducción.

Esto posibilita una monitorización a través de dispositivos externos e integrados dentro del propio sistema informático del coche, con los que obtener en tiempo real datos fiables del tipo de conducción que se está realizando. Con ello se espera un análisis sin fisuras de cómo cada persona conduce y trata su coche y, en consecuencia, las aseguradoras podrán establecer un importe a amortizar en función de cada tipo de conducción.

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