Una de las principales bases del programa electoral de Donald Trump consistía en derogar, si no toda al menos en parte, la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, que el republicano llegó a mencionar como “Obamacare”, al ser promovida por el actual presidente de los Estados Unidos Barack Obama.
Esta nueva Ley de Sanidad fue aprobada el año 2010 y, desde su aplicación en octubre de 2013, aproximadamente 20 millones de ciudadanos estadounidenses se han beneficiado de prestaciones sanitarias, de las que no habían percibido lo más mínimo sin ella.
Trump no deja claras sus intenciones
Si bien en un principio Donald Trump hablaba de derogar completamente la ley, tras su victoria en las recientes Elecciones Presidenciales y su posterior reunión con Barack Obama, el próximo presidente de los Estados Unidos ha asegurado que hay algunas cosas de la ley sanitaria actual que sí le gustan.
Una de ellas la relativa a que, los menores de 26 años que sigan viviendo con sus padres, se puedan beneficiar del seguro existente para sus progenitores.
Igualmente mantendrá la medida por la que las aseguradoras no podrán negarse a dar cobertura a personas con condiciones médicas existentes con anterioridad, que pueden suponer un alto riesgo para intervenciones y coberturas varias.
Las aseguradoras a la espera
Por tanto, las aseguradoras médicas están en una situación de incertidumbre, hasta que Donald Trump aclare exactamente las medidas a realizar. En concreto se dan 3 posibles marcos de actuación:
- Donald Trump deroga la Ley: Si consiguiese hacerlo, antes debería aclarar la estrategia alternativa. Posiblemente esto suponga una adhesión de millones de nuevos contratos a las aseguradoras.
- Donald Trump modifica la Ley: Si sólo se mantienen o se modifican algunas partes de esta Ley, es muy previsible que las aseguradoras médicas modifiquen sus contratos con los clientes, siempre en función de las medidas propuestas.
- Donald Trump mantiene la Ley: Si todo sigue como está, las aseguradoras médicas mantendrán un ritmo de contrataciones estable, si bien no se producirá ningún cambio en ratios de coberturas. Pero entonces Trump se las tendrá que ver con un público que le ha votado y al que debe dar explicaciones por no acometer sus medidas. Es la opción menos probable.
